Día 11 | Devocionales en el libro de Rut
Dios usa lo débil para mostrar su Gloria
Rut 1:16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 17. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos. 18. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
Rut era una extranjera, viuda y sin recursos. Provenía de Moab, una nación enemiga de Israel, sin derecho natural a las promesas del pacto. Sin embargo, Dios, en su soberanía y gracia, la escogió para formar parte de su pueblo y, sin que ella lo supiera en ese momento, la incluyó en el linaje del Mesías (Mateo 1:5). Su historia anticipa la inclusión de los gentiles en el pueblo de Dios, un tema que más tarde sería plenamente revelado en Cristo.
Dios usó a Rut, una mujer sin prestigio ni posición, para cumplir un propósito eterno. Su elección nos recuerda lo que dice 1 Corintios 1:27: “sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte. Así como Rut fue acogida en el pueblo de Dios por su gracia, también nosotros, que éramos ajenos a las promesas, hemos sido injertados en la familia de Dios por medio de Cristo (Efesios 2:12-13). Su historia nos anima a confiar en que Dios obra más allá de nuestras limitaciones y circunstancias, cumpliendo sus planes perfectos en nuestra vida.
Dios usó a Rut, una mujer sin prestigio ni posición, para cumplir un propósito eterno. Su elección nos recuerda lo que dice 1 Corintios 1:27: “sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte. Así como Rut fue acogida en el pueblo de Dios por su gracia, también nosotros, que éramos ajenos a las promesas, hemos sido injertados en la familia de Dios por medio de Cristo (Efesios 2:12-13). Su historia nos anima a confiar en que Dios obra más allá de nuestras limitaciones y circunstancias, cumpliendo sus planes perfectos en nuestra vida.
Meditación:
¿Creo que Dios puede usarme, a pesar de mis debilidades?
¿Creo que Dios puede usarme, a pesar de mis debilidades?
Oración:
Señor, reconozco mi pecado, y las debilidades que me hacen incapaz e indigno, más se que por tu misericordia y gracia es posible ser hecho un instrumentos útil en tus manos. Ayúdame a confiar en ti y úsame para tu gloria. Amén.
La historia de Rut nos anima a confiar en que Dios obra más allá de nuestras limitaciones y circunstancias, cumpliendo sus planes perfectos en nuestra vida.
