Día 14 | Devocionales en el libro de Rut
Con manos vacías hacia Su propósito
Rut 1:20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí,[a] sino llamadme Mara;[b] porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. 21. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
Noemí partió a Moab con las manos llenas: esposo, hijos y esperanza de prosperidad. Sin embargo, regresó a Belén con las manos vacías, golpeada por la pérdida y la aflicción. Sus palabras lo reflejan: “Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías” (Rut 1:21). Dios permitió que lo perdiera todo, no para destruirla, sino para mostrarle sus propósitos mayores.
Las pruebas nos recuerdan que nuestra verdadera seguridad no está en lo que poseemos, sino en Dios. Él nos despoja de lo terrenal para enseñarnos que solo en Él encontramos plenitud. Aunque Noemí veía su vida quebrantada, Dios estaba tejiendo una historia de redención.
Esta historia nos recuerda que tiempo después vendría uno que seria despojado injustamente y humillado en dolor y sufrimiento hasta morir en una cruz. En las manos de Dios esto resultaría en nuestra salvación.
Las pruebas nos recuerdan que nuestra verdadera seguridad no está en lo que poseemos, sino en Dios. Él nos despoja de lo terrenal para enseñarnos que solo en Él encontramos plenitud. Aunque Noemí veía su vida quebrantada, Dios estaba tejiendo una historia de redención.
Esta historia nos recuerda que tiempo después vendría uno que seria despojado injustamente y humillado en dolor y sufrimiento hasta morir en una cruz. En las manos de Dios esto resultaría en nuestra salvación.
Meditación:
A veces nos aferramos a lo que creemos indispensable en nuestra vida. Sin embargo, Dios nos enseña que lo más valioso es Su presencia y propósito en nosotros. ¿Estamos dispuestos a confiar en Él incluso cuando nos sentimos vacíos? Noemí creyó que su historia terminaba en amargura, pero Dios tenía un plan de redención mayor. En nuestra propia vida, Él también puede transformar nuestras pérdidas en bendiciones si ponemos nuestra confianza en Él.
A veces nos aferramos a lo que creemos indispensable en nuestra vida. Sin embargo, Dios nos enseña que lo más valioso es Su presencia y propósito en nosotros. ¿Estamos dispuestos a confiar en Él incluso cuando nos sentimos vacíos? Noemí creyó que su historia terminaba en amargura, pero Dios tenía un plan de redención mayor. En nuestra propia vida, Él también puede transformar nuestras pérdidas en bendiciones si ponemos nuestra confianza en Él.
Oración:
Señor, en los momentos de pérdida y prueba, ayúdame a confiar en Ti. Enséñame a soltar lo que no necesito para recibir lo que realmente tienes para mí. Transforma mi dolor en gozo y mi escasez en plenitud en Tu presencia. Amén.
Señor, en los momentos de pérdida y prueba, ayúdame a confiar en Ti. Enséñame a soltar lo que no necesito para recibir lo que realmente tienes para mí. Transforma mi dolor en gozo y mi escasez en plenitud en Tu presencia. Amén.
Las pruebas nos recuerdan que nuestra verdadera seguridad no está en lo que poseemos, sino en Dios.
IBSG Tuit