Día 21 | Devocionales en el libro de Rut
La Piedad de un hombre de Dios
Rut 2:1-23
Booz destaca como un hombre piadoso cuya vida refleja una fe genuina y una obediencia sincera a los mandatos de Dios. Desde su primer encuentro con Rut, observamos su carácter humilde y su temor al Señor. Al llegar al campo, Booz saluda a sus trabajadores con una bendición: “Jehová sea con vosotros” (Rut 2:4), lo cual revela que su fe no se limita al ámbito privado, sino que impregna cada área de su vida, incluso su trabajo. Este hombre no solo cumple con la ley de permitir que los pobres espiguen en sus campos (Levítico 19:9-10), sino que va más allá al mostrar una generosidad abundante hacia Rut, una extranjera necesitada.
La piedad de Booz no es pasiva ni superficial. Es un hombre que, motivado por su reverencia a Dios, actúa con justicia, bondad y responsabilidad. No abusa de su posición de poder ni busca su propio beneficio; más bien, usa los recursos que Dios le ha dado para bendecir a otros. En un tiempo donde “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25), Booz destaca como un ejemplo de masculinidad bíblica: un hombre que refleja el carácter de Dios al proteger, proveer y cuidar.
En contraste con la masculinidad moderna, que a menudo promueve el egoísmo, la indiferencia y la autosuficiencia, Booz encarna una masculinidad centrada en Dios, que sirve con responsabilidad y amor. Su vida nos recuerda que Dios bendice a quienes le temen y obedecen, y usa a hombres piadosos para cumplir sus propósitos en la historia de la redención.
Meditación:
La vida de Booz nos muestra que la verdadera piedad no es pasiva ni débil, sino activa y valiente. Los hombres piadosos reflejan el carácter de Dios en su trato con los demás, protegiendo y proveyendo con amor y justicia. En Cristo vemos el ejemplo de piedad perfecto: el Hombre que dio su vida por los suyos y que sigue sustentándonos hoy. ¿Buscas vivir una piedad práctica en cada área de tu vida? Recuerda que Dios bendice a quienes le obedecen y los usa para su gloria.
Oración:
Señor, transfórmamela de modo que refleje tu carácter con piedad y justicia. Ayúdame a vivir en obediencia a tu palabra y a cuidar de los de los demás. Amén.
En Cristo vemos el ejemplo de piedad perfecto: el Hombre que dio su vida por los suyos y que sigue sustentándonos hoy.
IBSG Tuit