Día 31 | Devocionales en el libro de Rut
El Evangelio en el Libro de Rut
Rut 1, 2, 3, 4
El libro de Rut no es una simple historia de amor rural, sino una poderosa sombra del evangelio de Cristo. Comienza con muerte, hambre y luto. Termina con vida, alimento y esperanza. Pero el hilo que lo une todo es la obra redentora de Dios.
Rut, una mujer moabita, símbolo del extranjero, es acogida por gracia en el pueblo del pacto. Ella no tenía herencia, ni protección, ni futuro, pero el Señor la colocó bajo Su providencia, conduciéndola al campo de Booz, un pariente-redentor.
Booz actúa con justicia y temor del Señor. Redime la tierra y la descendencia de Noemí, no por obligación, sino con gozo. Su acto de redención no fue un atajo humano, sino obediencia a la ley de Dios (Levítico 25:25; Deuteronomio 25:5-10). Este acto apunta directamente a Cristo: nuestro Pariente eterno que nos redimió no con oro o plata, sino con Su sangre preciosa (1 Pedro 1:18-19).
La historia culmina en una genealogía: Obed, Isaí, David. Rut se convierte en eslabón del linaje del Mesías. El evangelio está aquí: Dios, en su fidelidad, preserva la simiente prometida (Génesis 3:15), hasta llevarnos a Jesús, el verdadero Redentor, el Hijo eterno que restauraría no solo una familia, sino un pueblo completo.
Meditación:
El evangelio en Rut nos recuerda que Dios redime por gracia. Nadie lo merece, todos lo necesitamos. Rut era forastera, y nosotros también lo éramos (Efesios 2:12-13). Pero en Cristo, fuimos adoptados, cubiertos, amados y hechos parte de Su herencia eterna.
Booz redimió a Rut públicamente, cumpliendo la ley, y restaurando lo perdido. Así hizo Cristo. Él cumplió perfectamente la ley, murió en la cruz y nos hizo partícipes de Su Reino. Rut y Noemí fueron consoladas, restauradas y sustentadas. Así también nosotros somos restaurados en Cristo, nuestro consuelo eterno.
Oración:
Señor, gracias porque el libro de Rut no es solo una historia antigua, sino un testimonio vivo de tu fidelidad y tu evangelio. Gracias por Cristo, nuestro verdadero Redentor. Ayúdanos a descansar en tu soberanía, confiar en tu gracia, y vivir en obediencia, como Rut y Booz. En el nombre de Jesús, amén.
El evangelio en Rut nos recuerda que Dios redime por gracia. Nadie lo merece, todos lo necesitamos.
IBSG Tuit