Día 8 | Devocionales en el Carta de Efesios
Sellados con el Espíritu Santo de la promesa
Después de mostrarnos cómo fuimos escogidos, redimidos y hechos herederos, Pablo añade un nuevo regalo espiritual: hemos sido sellados con el Espíritu Santo. Este sello no es simbólico ni temporal. Es la marca del Dios vivo, que confirma que le pertenecemos y que nuestra salvación es auténtica y segura.
Este Espíritu es llamado “la garantía de nuestra herencia”. Es como un anticipo de todo lo que recibiremos plenamente en la eternidad. Dios mismo habita en nosotros como prueba de que su promesa es real. No estamos solos ni abandonados; el Espíritu nos guía, consuela, fortalece y nos recuerda que somos suyos.
Meditación:
¿Vives consciente de que el Espíritu Santo mora en ti? ¿Te aferrás a esa garantía divina cuando llegan las dudas, las tentaciones o el sufrimiento? No fuimos dejados a nuestra suerte. Dios nos dio su Espíritu como sello, como prueba y como compañía constante hasta que estemos con Él cara a cara.
Oración:
Padre gracias por darme al Espíritu Santo y sellar mi vida con su presencia. Ayudame a vivir con la certeza de que soy tuyo y que mi herencia en Cristo está asegurada. Guiame, fortaleceme y haz que mi vida glorifique al Padre. Amén.
Dios mismo habita en nosotros como prueba de que su promesa es real.
IBSG Tuit