Día 7 | Devocionales en el Carta de Efesios
Herederos con propósito: Nuestra herencia asegurada en Cristo
En Cristo “asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”. Esta herencia no es el resultado del azar, sino del plan eterno de Dios. Esta herencia consiste en:
La salvación y el perdón de pecados (v.7).
La adopción como hijos de Dios (v.5).
La redención por la sangre de Cristo (v.7).
El conocimiento del misterio de su voluntad (v.9).
La garantía del Espíritu Santo como arras de nuestra herencia futura (v.13-14).
Dios nos incluyó en su propósito redentor y nos dio una herencia incorruptible, segura y eterna.
Pablo nos recuerda que esta herencia es parte de un plan ordenado, donde cada detalle responde a la voluntad soberana de Dios. Fuimos hechos herederos no solo para nuestro beneficio, sino “para alabanza de su gloria”. Nuestra vida, nuestras bendiciones y nuestro futuro están diseñados para exaltar a Aquel que nos dio todo en Cristo.
Meditación:
¿Vives como heredero de Dios? Muchos creyentes olvidan que tienen una herencia eterna y se aferran a las cosas pasajeras de este mundo. Pero la esperanza cristiana se ancla en lo eterno, no en lo temporal. Dios no solo nos salvó del pasado, sino que te aseguró un futuro glorioso. Esa certeza debe darte gozo y dirección: no vivís sin rumbo, sino con un propósito celestial.
Oración:
Señor, gracias por darme una herencia eterna en Cristo. Ayudame a vivir con esperanza y a recordar que todo en mi vida tiene un propósito en tu plan. Que mi vida sea para la alabanza de tu gloria. Amén.
Fuimos hechos herederos no solo para nuestro beneficio, sino “para alabanza de su gloria.
IBSG Tuit